16 de junio de 2017

Seguridad privada en centros escolares: ¿Cuándo es necesario?

Sin duda alguna, la seguridad que se planifica alrededor de niños es una de las más complicadas de organizar. Por un lado, hay que garantizar la máxima protección para un entorno donde los usuarios todavía no son capaces de valerse por sí mismos en situaciones de alto riesgo y, por otro lado, no se pueden usar métodos de seguridad intrusivos porque son menores de edad.

Seguridad privada en colegios e institutos

En un centro escolar la seguridad debe dividirse en dos partes: amenazas externas e incidentes internos.

Llamamos amenazas externas a todo tipo de situaciones que pongan en riesgo la seguridad de los alumnos, profesores, el personal técnico o las instalaciones. Este tipo de situaciones engloban asaltos, accidentes, seguridad en el aparcamiento, transporte escolar, campamentos, excursiones, etc.

Si por el contrario, hablamos de la zona interior de las instalaciones del centro escolar hay que tener especial cuidado porque tenemos que respetar la privacidad de los alumnos.

El uso de cámaras de seguridad es controvertido y está prohibido en muchas zonas como los aseos que, por desgracia, es uno de los sitios más conflictivos. Al tratarse de personas menores de edad, buscar el equilibrio entre seguridad y derecho a la intimidad es vital.

El bullying es uno de los problemas más frecuentes de nuestra década. Fomentado por las redes sociales e internet, ahora los más pequeños no pueden descansar del acoso escolar ni en su propia casa.

Uno de los objetivos prioritarios de cualquier centro escolar, que quiera mejorar la seguridad general, debe ser la educación de los alumnos sobre el acoso escolar. Y es que, del mismo modo que se enseña como reaccionar ante un incendio o a practicar una técnica médica RCP, los niños deben aprender que el respeto hacia sus compañeros es fundamental.

La prevención es, sin duda alguna, una de las mejores técnicas para garantizar que el día a día se realice sin problemas. Los controles de acceso, las cámaras o los guardias de seguridad serán menos necesarios si hay una buena educación cívica.