Seguridad con bolardos retráctiles automáticos
Los bolardos de seguridad automáticos sirven para restringir un acceso temporal a vehículos en determinados espacios.
Representan un servicio de seguridad de máxima eficacia para evitar la entrada de todo tipo de vehículos, pero es recomendable que se complementen con otras soluciones de seguridad, con el fin de proteger cualquier instalación o superficie.
Ventajas de las pilonas automáticas
Cuando no están expuestos, los bolardos automáticos permanecen bajo tierra de una forma muy discreta y permiten el tránsito de vehículos sin inconvenientes.
Pueden programarse con distintas configuraciones, según las necesidades de cada cliente, para prohibir temporalmente el acceso a vehículos.
La complementación con otros sistemas de seguridad ofrece el mayor control y la mejor protección en zonas como parkings, zonas industriales o centros comerciales, entre muchos otros.
Gracias a los materiales de fabricación, los bolardos metálicos automáticos son muy efectivos y resulta muy difícil destruirlos, desmontarlos o desactivarlos.
Ventajas
- Control de aforos de parkings en combinación con lectura de matrículas.
- Se pueden combinar con sistemas de seguridad y de lectura de matrículas para la apertura.
¿Cómo funcionan estos bolardos?
Los bolardos automáticos son instalados bajo tierra en una zona de posible entrada o salida de vehículos. Pueden estar más o menos integrados con el entorno. En las vías públicas a menudo incluyen leds o señales de algún tipo.
El accionamiento de estos bolardos puede ser configurado para un total automatismo, así como también gestionado desde un dispositivo de control.
En sitios donde debe controlarse cada entrada y salida de vehículos, pueden ser accionados por control remoto. Para controlar el acceso de vehículos, por ejemplo, a una urbanización residencial, las pilonas retráctiles pueden estar vinculadas a un teclado numérico o a un control de acceso con tarjetas de identificación.