Seguridad en centros comerciales
Los centros comerciales son cada vez más grandes y la seguridad se complica de forma exponencial. Por un lado, hay que proteger los comercios, ya que es muy común que haya negocios con inventario de valor elevado; y por otro lado, al aumentar la concentración de gente, los centros comerciales son el punto de mira perfecto para un delincuente.
En los últimos meses hemos visto como han sido asaltadas varias tiendas de tecnología y firmas de moda de lujo. Atracos muy rápidos que permiten a los asaltantes hacerse con múltiples artículos de gran valor en pocos segundos.
¿Cuál es el denominador común de todos estos atracos? Han sido en la calle.
A día de hoy para un comercio es mucho más interesante estar en un centro comercial que en la calle. Y es que, no todas las tiendas tienen la capacidad económica de contratar seguridad privada individual o poner controles de acceso como hay en las principales millas de oro de Madrid, París o Los Ángeles.
La seguridad de un centro comercial es compleja, pero se costea entre muchas tiendas, por lo que al final del día sale mucho más rentable. Además, al existir controles de acceso, cámaras de seguridad y puertas que se pueden bloquear, es muy fácil retener o identificar a los ladrones.
Socialmente está muy mal visto instalar cámaras de seguridad en espacios públicos y en países como España no es corriente. De hecho, la policía suele pedir la ayuda de los comercios y los bancos para reconstruir la escena del delito y la ruta de huída.
En un centro comercial, al ser un espacio privado, se pueden instalar cámaras y asegurar el perímetro de forma eficaz. Otro de los factores que hacen que la seguridad en los centros comerciales sea tan efectiva, es que los vigilantes de seguridad están conectados entre ellos y pueden desplazarse de forma rápida de un punto a otro sin tener que estar pendientes del tráfico o los atascos de las grandes ciudades.